miércoles, 4 de mayo de 2011

EL PULQUE



Magali Hernández Navarro

El pulque bebida prehispánica creada por los dioses mesoamericanos para que el hombre quisiera vivir en la tierra y les rindiera tributo, el mito cuenta que:

“Cuando Quetzalcóatl y Tezcatlipoca terminaron la obra de la creación y ésta quedó coronada con la formación de los primeros hombres, se volvieron a reunir en consejo de dioses y dijeron: ‘He aquí que el hombre está triste, si no hacemos algo para que se regocije y tenga gusto de vivir sobre la tierra y nos alabe y cante y baile’. Lo que oído Quetzalcóatl, Ehécatl, el dios del viento, pensó (en su corazón) dónde podría encontrar algún licor que llevara al hombre (para) hacerlo alegrar, y pensando en eso se acordó de una virgen diosa llamada Mayaclel o Mayauel, guardada por otra diosa, su abuela, que del número de las que llaman Tzitzimime y se fue a donde estaban ellas y encontró que dormían. Despertó a la virgen y le dijo: ‘Vengo por ti para llevarte al mundo’. A lo que accedió al instante y descendieron ambos, llevándola él sobre los hombros. Apenas llegaron a la tierra, los dos se cambiaron en un árbol con dos ramas, una de las cuales se llamaba Quetzalhuéxotl, sauce precioso, que era la de Ehécatl, y la otra Xochcuahuitl, árbol florido, que era la virgen, cuando su abuela despertó y no la encontró, llamó a todas las otras Tzitzimime y todas bajaron a la tierra en busca de Ehécatl. Entonces las dos ramas del árbol se rompieron y se separaron una de la otra: habiendo sido reconocida la de la virgen por la diosa vieja, rompió en pedazos la rama y dio uno a cada una de las otras, que lo comieron pero dejaron intacta la de Ehécatl, el cual, cuando volvieron las diosas al cielo, volvió a su forma antigua, juntó los huesos que habían quedado de la virgen, cuya carne comieron las diosas, los enterró y de ellos salió una planta que los indios llaman metl, maguey.”1

Esta es una de las leyendas que hay con respecto a la creación del pulque hablan de la unión del Dios del viento con una diosa virgen. Después de la creación de esta bebida Quetzalcóatl fue el primer en embriagarse y sentir los estragos que le dejo la cruda.
Esta bebida en la época prehispánica no podía ser consumida por cualquier persona como hoy en día, al contrario solo era ingerida en rituales religiosos, por ancianos de más de 70 años de edad o por guerreros.

Para la época colonial el pulque dejaría de ser una bebida sagrada y pasaría a ser una bebida embriagante que dejaría buenas ganancias para los poseedores de magueyes, esta actividad se volvería de suma importancia en el centro del país que es en donde más se consume, ante esta economía pulquera que iba creciendo cada vez más se exigía mejor calidad por esta razón las haciendas pulqueras tuvieron un gran auge a mediados del siglo XVII lo que provoco un mayor número de pulquerías en la ciudad de México para el siglo XVIII.
Las pulquerías serían un foco rojo para la época de la independencia ya que se consideraban puntos de encuentro de los seguidores de la independencia, situación que provoco el aumento de vigilancia militar en las ciudades, llegando al extremo de que no se permitieran las reuniones de más de 6 personas en los lugares más concurridos, las visitas a las pulquerías por parte de los indígenas no dejaron de ser recurrentes aunque se vieran como lugares donde se albergaban delincuentes y revoltosos por esta situación se consideraban las pulquerías como lugares que alteraban el orden social; esto no impidió el surgimiento de más establecimientos al contrario se incrementaron en,
“1671 sabemos que en la Ciudad de México había 34 pulquerías que operaban en los barrios indígenas de la ciudad; cantidad que para fines de del siglo XVII había crecido a 45.”2
En la cita anterior podemos ver qué el incremento de las pulquerías fue considerable, estas pulquerías serían lugares mucho más grandes teniendo capacidad hasta para 500 o 600 bebedores3 la vigilancia a los lugares que vendían bebidas embriagantes incremento por los disturbios cometidos en estos, los delitos que más se cometían eran por qué:
“en esos lugares sociabilizaban abiertamente hombres y mujeres, socialización, que ya bajo los efectos del pulque, solían derivar en delitos de orden moral como el estupro, las violaciones o incluso asesinatos. Las zonas en que se emplazaban las pulquerías, se decía, facilitaban los mencionados desórdenes. Estaban ubicadas en lugares con nula iluminación nocturna, rodeadas de casas habitadas por gente de muy escasos recursos y, de plano, servían como escondite de malhechores e indios que solían evadir el pago de tributo.”4
Las pulquerías eran sin duda lugares peligrosos, así como también eran lugares insalubres asimismo lo podemos ver en las descripciones que se hacen de las pulquerías en donde nos dicen que no contaban con letrinas o algo similar por lo que los clientes tenían que hacer sus necesidades en la vía publica provocando un ambiente de extrema insalubridad, ante este problema los propietarios de las pulquerías construyeron en las partes traseras de sus establecimientos corrales para que fueran utilizados por sus clientes;
“aunque esta medida fue aceptada por las autoridades, se derivó otro problema, ya los corrales comenzaron a ser utilizados sin embozo por todo tipo de gente como sitio predilecto de acercamientos sexuales de ocasión.”5

Aunque las autoridades pedían a los pulqueros que pusieran más orden, no ocurrió así los dueños de estos lugares empezaron a acondicionar las pulquerías de tal modo que los bebedores pudieran permanecer por más tiempo y así consumir más,
“se hicieron de bellas y sensuales mulatas para atender a los clientes; y como se percataron que los indios trabajadores llegaban con su itacate a tomar pulque, los dueños contrataron indias que ofrecían a los bebedores tamales, tlacoyos, sopes y otros manjares aderezados con buenas y picosas salsas para acompañar su bebida”5

El ambiente que se vivía en las pulquerías cada vez más desmesurado provocaba la ingesta de más pulque, pasando por los actos sexuales hasta los juegos de azar que no fueron permitidos por los dueños de los establecimientos, estos excesos conllevaron a que los consumidores de la “bebida de los dioses” empezaran a endeudarse con los pulqueros y los clientes dejaran objetos personales empeñados.

El pulque desde el siglo XVI fue visto por los españoles como un vicio del cual no se pudo erradicar, ya que también es parte fundamental de la dieta básica de la población.
El pulque en la época actual es una bebida no muy consumida, de hecho en peligro de desaparecer por el desinterés de la sociedad, ya que hoy en día se prefiere consumir bebidas como la cerveza que aunque doblan el precio de un litro de pulque son más conocidas por la sociedad a diferencia del pulque al que rodean muchos mitos desde su proceso de fermentación hasta el de su consumo, el pulque se puede consumir de manera natural hasta preparado o mejor conocido como “curado”, es la mezcla del pulque ya sea con refresco de sabores o con sumo de frutas. Las pulquerías que existen hoy en día son frecuentadas por jóvenes que con el afán de probar la mística bebida o por qué es mucho más barato un litro de pulque que una cerveza; el pulque que hoy en día se consume se podría decir que es un “tlachique” pulque de muy baja calidad, o que esta rebajado con agua este proceso se realiza para que el pulque tenga una mayor vida, la integración de otras sustancias era para su mayor fermentación.



______________
1 WESTHEIM, Paul, IDEAS FUNDAMENTALES DEL ARTE PREHISPANICO EN MÉXICO,. Fondo de Cultura Económica, México, Buenos Aires, 1era. ed. Ilus. 84
2 SOBERÓN MORA, Arturo, LA CONSPIRACIÓN DEL PULQUE, 2010, Proceso BI-CENTENARIO. p6. No. 16. 34pag.
3 SOBERÓN MORA, Arturo, LA CONSPIRACIÓN…, p.6
4 SOBERÓN MORA, Arturo, LA CONSPIRACIÓN…, p.6
5 Ibíd. p.7


BIBLIOGRAFÍA

GONCALVES DE LIMA, Oswaldo. “El maguey y el pulque en los códices mexicanos”, Fondo de Cultura Económica, 1956. 278p. Ilus.

SANCHEZ SANTIRÓ, Ernest (coordinador), “Cruda realidad producción, consumo y fiscalidad de las bebidas alcohólicas en México y América Latina siglo XVII-XX”, serie Historia Económica. 2007, Instituto Mora. 359p.

Soberón Mora, Arturo, “La conspiración del pulque”, Proceso BI-CENTENARIO, núm. 16, 2010.

WESTHEIM, Paul, “Ideas fundamentales del arte prehispánico en México”, Fondo de cultura Económica, México-Buenos Aires, 1957, Ilus, 277 pag.